lunes, 25 de febrero de 2013

Un desahogo

Idiota, esa es la palabra que me define. He jodido tantas oportunidades maravillosas por las que ahora habría matado que he perdido la cuenta. ¿El por qué? Simplemente por no querer admitir el hecho de que quiero a una persona, sí, soy así de idiota.
Y para rematar mi idiotez, cuando soy capaz de admitirlo es demasiado tarde, la oportunidad ha pasado volando cientos de veces delante de mí y la he dejado escapar, y cuando ya la he perdido, soy capaz de ver que verdaderamente eso es lo que quería.
Ya no es el hecho de dejar pasar una oportunidad, me jodería yo y listo, el problema es que jodí a esa persona, me porté como una gilipollas (aún sigo sin saber qué carajo me pasó) sin que él tuviese culpa de nada. De la noche a la mañana me volví bipolar, hice cosas que no debía, inconscientemente, sí, pero el hecho es que le hice daño aún queriéndole, y hacer daño a los demás es algo que no me perdono.
Ya es tarde para arrepentirse, ya no sirve de nada, el rencor hacia mí está ahí y no se va a borrar, soy consciente, pero aún así tengo la necesidad de disculparme una vez más.
No quiero que me perdones, ni que tengas pena ni sientas nada por mí, simplemente quiero que sepas que sé lo que hice, sé que estuvo mal, y me arrepentiré de ello para siempre.


Tal y como dice el título, un desahogo. No me quedo totalmente tranquila, pero es algo.


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