lunes, 25 de febrero de 2013

Un desahogo

Idiota, esa es la palabra que me define. He jodido tantas oportunidades maravillosas por las que ahora habría matado que he perdido la cuenta. ¿El por qué? Simplemente por no querer admitir el hecho de que quiero a una persona, sí, soy así de idiota.
Y para rematar mi idiotez, cuando soy capaz de admitirlo es demasiado tarde, la oportunidad ha pasado volando cientos de veces delante de mí y la he dejado escapar, y cuando ya la he perdido, soy capaz de ver que verdaderamente eso es lo que quería.
Ya no es el hecho de dejar pasar una oportunidad, me jodería yo y listo, el problema es que jodí a esa persona, me porté como una gilipollas (aún sigo sin saber qué carajo me pasó) sin que él tuviese culpa de nada. De la noche a la mañana me volví bipolar, hice cosas que no debía, inconscientemente, sí, pero el hecho es que le hice daño aún queriéndole, y hacer daño a los demás es algo que no me perdono.
Ya es tarde para arrepentirse, ya no sirve de nada, el rencor hacia mí está ahí y no se va a borrar, soy consciente, pero aún así tengo la necesidad de disculparme una vez más.
No quiero que me perdones, ni que tengas pena ni sientas nada por mí, simplemente quiero que sepas que sé lo que hice, sé que estuvo mal, y me arrepentiré de ello para siempre.


Tal y como dice el título, un desahogo. No me quedo totalmente tranquila, pero es algo.


domingo, 27 de enero de 2013

Y una noche más el mismo sueño, la misma persona, el mismo beso. ¿Conclusión? Creo que te estás convirtiendo en mi pequeña obsesión.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Subconscientes cabrones y amigos de verdad

Con todo el tema este de los cambios en la rutina y los nuevos institutos (en el enlace cuento mi experiencia), mi subconsciente que es muy cabroncete, tuvo la genial idea de hacerme pasar una mala noche previa a la presentación. No se le ocurrió otra cosa que jugar con mis sueños, más o menos esto es lo que recuerdo:

Estaba en el colegio (no en la escuela de arte, si no en mi antiguo colegio) e incluso llevaba mi uniforme, como si fuese a empezar un curso más allí. De momento, y sin venir a cuento, me entró una tristeza extraña, parecía que algo fuese mal, pero aguanté el tipo y me intenté calmar. Pasó durante un buen rato algo de lo que no me acuerdo, lo último que recuerdo fue a Laurita, que me miró y me dijo: "Venga, que sé que tienes ganas, no te aguantes más." Impulsivamente me abracé a ella y las dos empezamos a llorar.

Me desperté llorando, con una gran sensación de tristeza, y con unas ganas irrefrenables de empezar otro curso como los de antes.
Sin quererlo, incluso en mis sueños se refleja la añoranza hacia mi pasado, y lo más importante, ese detalle de mi amiga, que demuestra que me ha marcado tanto la vida que sé que puedo confiar en cualquier momento en ella, incluso en una situación que no pertenece a la realidad, si no a un simple sueño.

Cambios y nuevas etapas

Empieza el nuevo curso, y con él de nuevo esa rutina que tanto odiamos; madrugar, dar clases, estudiar, deberes... También tiene sus partes buenas, como volver a ver a tus compañeros después de todo el verano, saludarles a todos super contentos y hablar de dónde os sentaréis este curso.
He de decir que mi rutina ha cambiado notablemente. Hoy fui a un colegio nuevo, en una ciudad nueva y con gente nueva.
Me gustaría hablaros de como me sentí, esa sensación de soledad en un lugar totalmente desconocido, lleno de personas que no tienes ni idea de quién son. No sabía donde meterme, ni con quien hablar, solo deseaba que llegase de una vez el profesor para matar ese vacío.
Verdaderamente, esa sensación no es mala, es normal, todos han pasado por esto. Mi problema es la añoranza, que se mete en mi subconsciente y me hace creer que este año sería como cualquier otro, en mi colegio de siempre y con mis compañeros de toda la vida.
Hoy me di cuenta de que me ha llegado el momento de madurar, de enfrentarme al día a día como una persona adulta, porque nada es para siempre y hay que estar preparado para adaptarse a grandes cambios. Hoy mi vida dio un giro y deshizo totalmente mi rutina.

viernes, 17 de agosto de 2012


Preparaos para lo peor, porque aún está por llegar. Creedme si os digo que nos quejamos de gilipoyeces, el día que esto reviente nos vamos a dar de ostias por sobrevivir, así que, ¿por qué no empezar a prepararse por si acaso?

martes, 7 de agosto de 2012

Y cuando todo vaya mal...

Esta entrada va dedicada a un amigo que cuando estuvo mal hizo de mí capaz de decir estas palabras:

¿Ya estamos con la negatividad? Pues lo malo que haya te lo comes, lo mandas bien lejos, que tú puedes con todo. ¿Pero? Nada de peros, saca a ese luchador que llevas dentro. Yo sé que no siempre las cosas son fáciles, pero al menos intenta sobrellevarlas. Porque puede que tú no lo veas, pero puedes con cualquier cosa que te echen, solo tienes que asumir que vales todo un mundo. Y no digas "ojalá" porque esta es la jodida verdad, solo tienes que abrir los ojos. Sí, a veces cuesta abrirlos porque vives un desengaño, pasas de un sueño a una realidad que puede ser dura, pero eso nos ha pasado a todos. Te guste o no vivimos en una mierda de realidad, y precisamente por eso nunca hay que hundirse, porque eso te va a impedir disfrutar de las poquitas cosas buenas de esta vida. Y si ves que te cuesta, acuérdate de que estás rodeado de personas que te queremos y te ayudaremos a afrontar lo que sea, por muy duro que resulte. Ten presente que tras toda tempestad llega la calma, y tarde o temprano llegarán tiempos mejores.
Por último, quiero que me prometas que verás la vida con más positividad, por muy poquita que sea. Y no olvides quién eres, cuánto vales y cuánto te queremos.

lunes, 6 de agosto de 2012

Don't be afraid of the dark

La oscuridad, esa enorme "nada" que sabemos que en realidad está llena de cosas que desconocemos. Yo pienso que ese es el problema de por qué tantos le temen, si realmente estuviese vacía ¿qué más da no ver? Pero no, no lo está. Está repleta de cualquier cosa inimaginable, no sabes lo que hay, no te puedes esperar con qué te encontrarás ni cómo será, y como cualquier persona te asustas, porque sí, todos hemos tenido alguna vez miedo de lo desconocido.
Pero seamos realistas, vemos más películas de la cuenta y queramos o no, hacen huella en nuestro subconsciente. Sin quererlo, sin ni siquiera creerlo, dentro de nosotros está esa sensación de que vamos a ser atacados por cierto monstruo o psicópata, que saldrá de la nada sin ser visto y hará con nosotros lo primero que se pase por su retorcida mente.
Esto no es una película, es la vida real. No existe esa niña del pozo que sale  de una señal circular en la pantalla de tu televisión, ni cierto asesino con la cara quemada que aparece desde tus sueños para destrozar tu realidad, ninguno de ellos va a ocupar un espacio en esa oscuridad, no.
Muchas veces lo malo no es lo desconocido, durante toda nuestra vida pasan por delante de nuestros ojos más desgracias de las que jamás nos ocurrirán en un entorno oscuro. Por eso os lo digo, llenaros de valor y afrontad la paranoia, caminad con decisión y nunca, jamás, tengáis miedo de la oscuridad.