lunes, 17 de septiembre de 2012

Subconscientes cabrones y amigos de verdad

Con todo el tema este de los cambios en la rutina y los nuevos institutos (en el enlace cuento mi experiencia), mi subconsciente que es muy cabroncete, tuvo la genial idea de hacerme pasar una mala noche previa a la presentación. No se le ocurrió otra cosa que jugar con mis sueños, más o menos esto es lo que recuerdo:

Estaba en el colegio (no en la escuela de arte, si no en mi antiguo colegio) e incluso llevaba mi uniforme, como si fuese a empezar un curso más allí. De momento, y sin venir a cuento, me entró una tristeza extraña, parecía que algo fuese mal, pero aguanté el tipo y me intenté calmar. Pasó durante un buen rato algo de lo que no me acuerdo, lo último que recuerdo fue a Laurita, que me miró y me dijo: "Venga, que sé que tienes ganas, no te aguantes más." Impulsivamente me abracé a ella y las dos empezamos a llorar.

Me desperté llorando, con una gran sensación de tristeza, y con unas ganas irrefrenables de empezar otro curso como los de antes.
Sin quererlo, incluso en mis sueños se refleja la añoranza hacia mi pasado, y lo más importante, ese detalle de mi amiga, que demuestra que me ha marcado tanto la vida que sé que puedo confiar en cualquier momento en ella, incluso en una situación que no pertenece a la realidad, si no a un simple sueño.

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