Y no sabes cuanto me jode tener que verte cada día y no ser capaz de decírtelo, porque te quiero tanto que no quiero ver como lloras de nuevo, porque no quiero ofenderte ni hacerte sufrir, pero me paro a pensar y digo: -Joder, también podría pensar un poquito en mí- Y me siento egoísta, lo admito, pero es la verdad, se supone que igual que nos preocupamos tú tendrías que hacer lo mismo ¿no? Pero no, no lo haces, y aunque son pequeños e insignificantes detalles, ya son tantos que empiezo a plantearme si para tí esta amistad es enserio o no es más que un juego entre dos bandas en el que el equipo que siempre tuviste de tu parte es el perdedor.
En este momento me siento una cobarde, una gilipoyas, una tonta que se emparanoya mientras ve como nos dejas para ser feliz con otros, pero a la vez nos prometes que esto va a ser para siempre y que quieres que todos estemos juntos. Soy tan tonta que quiero creérmelo, pero estás empezando a darme razones para que me cueste.
Sé que leerás esto, no sé dónde ni cuándo, ni con quién estarás. Solo espero que me entiendas y que sigas queriendo a esta tonta, que hagas lo que hagas tendrás a tu lado y que siente mucho no tener el valor de expresarte lo que siente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario